Lo primero es que voy a dividir este tema en dos partes, ya que no nos salieron bien las cosas y hay mucho que contar, esto es digno de leer.
Habiendo salido la madrugada del sábado para el Domingo llegamos a Segovia, nos decidimos a dar una vuelta y a ver los principales monumentos.
Después de comer nos vamos a Cantalejo donde montamos la tienda en el camping de NATURALTUR, cuando ya teníamos la tienda montada y con previo aviso a la encargada del camping en ese momento de donde estaba montada la tienda “dentro de la zona de acampada” y ya pasadas las ocho de la tarde saltan los aspersores y nos mojan la tienda, la mesa, las sillas, los móviles y mi ordenador portátil, a todo esto vamos a avisarles y nos dicen que el camping es una concesión del ayuntamiento y que ellos no tienen control de los aspersores, después de ir a hablar varias veces con ellos para que nos diesen una solución, nos dan un caldero con una piedra para poner encima del aspersor.
Aunque ya mosqueados pero con el problema aparentemente solucionado, se apagan los aspersores y todo parece volver a la calma, pero de repente saltan los aspersores del otro lado que aun eran peor que los anteriores, en ese momento viene un chaval que trabaja allí y nos dice que tenemos suerte, que normalmente saltan a las dos de la madrugada, mientras hablamos los aspersores siguen funcionando y mojando todo, le decimos a este chaval que busque una solución y que llamen al ayuntamiento o a quien haga falta y me dice que viene con una respuesta en unos minutos, ya trascurrida una media hora no sabemos nada y vamos a junto la encargada que no savia nada del chaval, y a todo esto el caldero para tapar los aspersores tuve que ponerlo yo, que ellos ni se acercaban al agua.
Entonces ya artos del trato recibido pedimos el libro de reclamaciones, y por arte de magia aparece el teléfono del tío que lleva los aspersores, saben donde está la caja de mandos de los aspersores que estaba en la habitación de al lado de la oficina y hasta aparece el jefe del camping.
En un momento que fui al coche me encuentro al jefe del camping recriminando a mi novia y nos insinúa que nos vallamos del camping, todo esto a las diez y media de la noche, con una persona mayor “ya que lleve a mi suegra también”, teniendo la tienda montada, teniendo que desmontarla y recoger todo y buscar un sitio donde dormir, entonces ya nos calentamos y empieza una discusión, en la que le explico la incompetencia y el pasotismo de sus empleados.
Con todo esto le digo que no me voy del camping hasta el día siguiente porque llevo más de 24 horas sin dormir y con 600 kilómetros en el cuerpo y el tío con toda la cara del mundo me dice “y que culpa tengo yo” entonces ya sobre calentado le digo yo “y que culpa tengo yo de los de los aspersores”.
Esta empresa acaba de perder un cliente por no saber pedir disculpas y por no querer apagar un aspersor.
Dicho todo esto al, día siguiente nos marchamos, pagando el camping, sin una mísera disculpa y por este mal trato vamos a presentar en consumo la hoja de reclamaciones la cual está sellada y que describe el trato recibido.
Llegamos al Vivar de Fuentidueña y ya toca relajarse sacamos y montamos las cañas.
El día esta estupendo, somos los primeros en llegar, aunque después tampoco vino mucha más gente, en total seriamos unas diez pescadores.
Al contrario que el año pasado las truchas estaban muy activas y entraban a las rapalas, cucharillas y moscas, aunque no eran de gran tamaño, como opte por la opción de pagar por la cantidad de peso en truchas cogidas y viendo que entraban a todo tuve que quitarles la muerte a los anzuelos para que algunas se soltaran solas ya que en esta opción una vez sacadas no podía devolverlas al agua, y de este modo tendría que pagar una gran cantidad de dinero.
Unas fotos y videos.
Mi novia en acción con las cucharillas.
Foto de mi novia con una captura.
Las capturas mías y de mi novia en total.
Los videos.
Video 1
Video 2
Video 3
Video 4
Video 5
Esto no se acaba aquí, pronto la segunda parte.
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